Objetivo: Descubrir el fenómeno causa-efecto
¿Cómo lograrlo?: Da a tu bebé juguetes para que explore y juegue con ellos. Cuando deje caer uno, devuélveselo. Es posible que lo tire varias veces; si lo hace, dale el juguete en cada ocasión sin molestarte.
¿Por qué?: Tu bebé está aprendiendo que sus acciones generan reacciones.
¿Qué sigue?: Cambia los juguetes: que algunos chillen, otros crujan y otros tengan diferentes tamaños y texturas. ¡Y que descubra lo que sucede con cada uno!
Objetivo: Descubrir la “permanencia del objeto”
¿Cómo lograrlo?: Tapa con un manta un juguete con el que tu bebé esté jugando y después destápalo.
¿Por qué?: El juego sencillo de las escondidillas ayuda a tu bebé a entender el concepto de que las cosas continúan existiendo aunque no las vea.
¿Qué sigue?: Juega a tapar tu cara detrás de una manta o un mueble, o solo con tus manos, al mismo tiempo que preguntas “¿Dónde está bebé?”. A los bebés les toma varios meses desarrollar un entendimiento pleno de la permanencia de los objetos.
Objetivo: Rodarse
¿Cómo lograrlo?: Deja que tu bebé realice ejercicios de piso, especialmente sobre su estómago, para que pueda patear y jugar.
¿Por qué?: Patear y hacer movimientos con sus brazos y piernas como si nadara, además de levantar su cabeza para que mire, ayuda a desarrollar los músculos y la coordinación necesaria para rodarse.
¿Qué sigue?: Continúa con los ejercicios de piso. Pronto tu bebé será capaz de rodar de bocabajo a bocarriba y de regreso. Recuerda que tu bebé siempre debe estar supervisado. Nunca dejes que se quede dormido boca abajo.
Objetivo: Sentarse sin apoyo
¿Cómo lograrlo?: Sostén a tu bebé sentado, bien derecho, sobre el piso, o bien apoyado entre tus piernas y contra tu estómago, apoyado en una almohada firme en forma de “U” o situándolo en la esquina interna de un sofá en forma de “L”.
¿Por qué?: Conforme tu bebé desarrolla fuerza en su espina dorsal y sus brazos será capaz de tomar por sí mismo la posición de trípode, apoyándose en sus manos. Éste es un paso para que pueda sentarse por su cuenta.
¿Qué sigue?: Coloca un juguete o un espejo frente a tu bebé, de tal modo que se enfoque en él al tiempo que trabaja en su equilibrio. Con el tiempo será capaz de sentarse cada vez con menos apoyo y por periodos más extensos.
Objetivo: Balbucear
¿Cómo lograrlo?: Habla frecuentemente con tu bebé y remarca el nombre completo de las cosas: perro, carro, manta, mamá, papá.
¿Por qué?: Tu bebé está aprendiendo a juntar los sonidos de vocales y consonantes, elementos básicos que en cierto momento se convertirán en palabras. Cuando nombras las cosas a su alrededor, le ayudas a entender que las palabras están asociadas con objetos y, de manera más sutil, que sonidos que pueden parecer similares están vinculados con cosas distintas.
¿Qué sigue?: Hacia los 6 o 7 meses tu bebé intentará imitar palabras. Continúa hablándole y nombrando objetos, para así ayudar en sus progresos verbales.
Objetivo: Mirar rostros, copiar expresiones.
¿Cómo lograrlo?: Enseña a tu bebé su propio reflejo en un espejo.
¿Por qué?: Probablemente tu bebé ya se interesa por los rostros y por mirar a otras personas. En un espejo ve a alguien –sí mismo– que parece responder a sus acciones haciendo lo mismo que él hace. Este refuerzo positivo lo estimula a continuar con su desarrollo.
¿Qué sigue?: En los próximos meses aprenderá que la persona que mira en el espejo es su propio reflejo, parte de la creciente conciencia de sí.
Consulta a tu médico.
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