Cafeína durante el embarazo
No sabemos mucho sobre los efectos de la cafeína durante el embarazo tanto sobre ti como el bebé, por lo tanto, es mejor limitar la cantidad que consumes día a día.
Si estás embarazada, limita la cafeína a 200 miligramos por día. Esto es aproximadamente la cantidad en tazas de café de 1½ taza de 8 onzas o una taza de café de 12 onzas.
Si está amamantando, limita la cafeína a no más de dos tazas de café al día.
¿Qué es la cafeína?
La cafeína es un componente que se encuentra en bebidas como el café, el té, los refrescos, el chocolate y algunas bebidas energéticas y en algunos medicamentos. Es un estimulante, lo que significa que te activa y te mantiene despierta.
La cantidad de cafeína en los alimentos y bebidas puede variar mucho. Para el café y el té, la cantidad de cafeína depende la preparación, del tipo de marca, el tamaño de las porciones, por ello es importante leer las etiquetas y si se tiene alguna duda, siempre consultar con tu médico.
¿Cómo te afecta la cafeína a ti y a tu bebé durante el embarazo?
La cafeína aumenta ligeramente tu presión arterial y frecuencia cardíaca, así como, la cantidad de orina que produce tu cuerpo, también puede hacer que te sientas un poco más nerviosa, o puedes tener problemas para conciliar el sueño. Durante el embarazo, hay mayor sensibilidad a la cafeína porque tu cuerpo puede tardar más tiempo eliminarla. Es importante recordar, que la cafeína puede atravesar la placenta y llegar a tu bebé.
Pescados en el embarazo
Se recomienda comer pescado, de dos a tres raciones por semana. Entre las mejores opciones, que son las que tienen menores niveles de mercurio, están:
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Atún enlatado
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Sardina
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Salmón
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Bacalao
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Merluza
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Tilapia
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Lenguado
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Boquerón
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Anchoa
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Otros productos del mar como: cangrejo, ostras, vieiras
Consulta con tu médico ante cualquier duda, él te dará la mejor orientación.
¿Qué alimentos están prohibidos durante el embarazo?
No comas estos alimentos durante el embarazo. Pueden ser realmente perjudiciales para ti y tu bebé.
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Carne cruda o poco cocida, incluyendo carne de res, pollo y cerdo. Así mismo, algunos tipos de salchichas y fiambres, a menos que estén recalentados y bien calientes.
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Pescado crudo, especialmente los mariscos crudos.
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Pescados que pueden tener un alto contenido de mercurio, como el tiburón, el pez espada, la caballa rey. Patés refrigerados, pastas de carne o marisco ahumado.
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Huevos (en todas sus formas) crudos o poco cocidos o alimentos hechos con ellos. Esto incluye la masa para pastel y la masa cruda para galletas.
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Ponche de huevo y otras bebidas con huevo que no estén completamente cocidas
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Salsas, aliños, y aderezos frescos caseros preparados con huevos crudos:
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Aderezo para ensalada César
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Salsa Bearnaise
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Sala holandesa
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Salsa alioli
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Mayonesa hecha en casa
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Helado casero
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Jugo o leche bronca o cruda sin pasteurizar cualquier alimento hecho con ellos.
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Quesos blandos no pasteurizados, como el queso blanco fresco o panela, brie, camembert, feta, azul o roquefort, a menos que estén procesados con leche que esté pasteurizada. Lee en la etiqueta que diga “hecho con leche pasteurizada”, antes de consumirlos.
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Brotes crudos de todo tipo (ejemplo: alfalfa, rábano, etc.). Las bacterias se pueden introducir en las semillas de los brotes a través de aberturas en la cáscara antes de que crezcan los brotes, si esto sucede es casi imposible eliminar las bacterias de los mismos mediante el lavado. Cuando pida su comida, pida que no le agreguen brotes crudos.
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Productos herbales, como tés y pastillas. Los productos herbales están hechos de plantas utilizadas en la cocina o en medicina. No sabemos lo suficiente sobre los productos herbales para saber si es seguro usarlos durante el embarazo. Así que es mejor evitarlos mientras estás embarazada.