A continuación te aconsejaremos para que sepas qué hacer y qué no a la hora de tomar cuidados para una alimentación saludable para tu niño.
Usa utensilios especiales. La mayoría de los niños pequeños prefieren comer solos.
Permíteselo sin descuidarlo, pero, aunque estés al pendiente, te aconsejamos que le des a comer con platos, vasos y cubiertos de plástico para disminuir el riesgo de que se rompan y lastimen a tu pequeño.
Fíjate si se mete la comida a la boca. Pregúntale a tu doctor si es necesario darle algún complemento vitamínico infantil. Sobre todo sí tira la mayor parte de la comida. Así sabrás que obtiene los nutrientes que probablemente falten en su dieta.
Lleva un horario para las comidas. Sírvele las comidas y los refrigerios más o menos a la misma hora, así podrás crearle un hábito alimenticio correcto.
Tranquilízalo antes de que coma. Calmarlo un poco antes de comer le puede ayudar a concentrarse, lo que le permitirá comer mejor y aprovechar los alimentos.
Empieza con pequeñas cantidades. Ofrécele una cantidad menor de la que probablemente coma, para que te pida más. Por ejemplo, dale una cucharada por cada año de edad.
Ofrécele sus comidas preferidas. Podrías darle sus verduras blandas y frutas picadas con un poco de yogur natural.
No lo obligues a comer alimentos que no sean de su agrado. Si no le gusta algo, no lo obligues. Trata de ofrecérselo otro día en menor cantidad y mézclalo con cosas que le gusten más. Inténtalo varias veces y prueba con combinaciones diferentes que pienses que podrían gustarle.
No lo obligues a que se acabe todo. Si ya está satisfecho, déjalo. Pero asegúrate que no baje su apetito continuamente o que no esté comiendo a deshoras.
No le ofrezcas alimentos con los que pueda ahogarse. Por ejemplo, no le des zanahorias enteras, apio crudo, nueces, dulces redondos y macizos, cerezas crudas con semillas o cucharadas de crema de cacahuate.
Motívalo y felicítalo. De manera cariñosa y sin ejercer presión, haz que poco a poco termine sus alimentos y una vez que lo haya logrado felicítalo haciendo que se sienta bien; solo recuerda no recompensarlo.
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