Extractor de leche a lado de una mesedora

Sabemos que te encantaría amamantar a tu bebé la mayor parte del tiempo. Acompañarlo en esta etapa es maravilloso, pero ¿qué pasa cuando no es posible amamantarlo de forma directa? Un extractor de leche puede ser la solución en estos casos, y permite que tu pequeño siga obteniendo los nutrientes de la leche materna. En este artículo te contamos sobre los beneficios de un extractor de leche y te damos una breve guía con recomendaciones para usarlo.

¿Para qué sirve un extractor de leche?

Los extractores son muy útiles en aquellas situaciones en las que el proceso de amamantar es complicado; por ejemplo, cuando el bebé es demasiado pequeño o presenta alguna condición que le impide alimentarse directamente del seno materno1. También puede usarse en otros casos, como cuando quieres tener una reserva de leche por si necesitas ausentarte por un rato o por regreso al trabajo. El uso del extractor de leche es una alternativa efectiva para mantener un buen suministro de leche1.

Los primeros pasos para usarlo

Los extractores están compuestos de una copa de succión, un embudo y un recipiente donde se almacena la leche. Al extraer la leche, este aparato imita los movimientos que hace tu bebé al momento de amamantar; de esta forma, estimulan la producción de leche para que continúe fluyendo3.

Para mantener una producción adecuada de leche materna, se recomienda usar el extractor de 6 a 8 veces al día, en los horarios en los que acostumbras alimentar a tu bebé (esto incluye hacerlo durante la noche). Si al despertar por la mañana sientes los senos llenos, quizás sea necesario que ajustes y te levantes a extraer leche una o dos veces más durante la noche para que la producción no disminuya1. Ahora bien, aquí te damos algunas recomendaciones básicas que pueden ayudarte a extraer la leche de forma segura e higiénica:

Antes de cada uso

  • Lávate las manos con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Esto puede ayudar a prevenir la contaminación del extractor y la leche materna. Es preferible lavarte las manos a utilizar desinfectantes de mano a base de alcohol, pues éste podría pasar a la leche materna4.

 

  • Limpieza interna. Revisa que los tubos o el mismo extractor estén limpios, y que no tengan rastros de suciedad. Si detectas moho en los tubos, tíralos y reemplázalos por otros nuevos4.

 

  • Límpialo muy bien. Esto es muy importante, sobre todo si estás usando un extractor compartido, pues las superficies exteriores podrían estar acumulando bacterias susceptibles de pasar a la leche materna. Puedes realizar la limpieza con toallitas desinfectantes4.

Al momento de extraer la leche

  • Encuentra un lugar tranquilo y relájate. Tu reflejo de flujo podría interrumpirse si estás ansiosa, estresada o apurada. Siéntate y trata de despejar tu mente de todo lo demás. Escuchar música puede ser relajante, pero te recomendamos que busques una actividad que te dé la tranquilidad y la calma que necesitas en ese momento5.

 

  • Da un masaje a tus senos durante y después de la extracción. Usar tus manos puede ayudar a vaciarlos más fácilmente5.

 

  • Ten cerca algo que te recuerde a tu bebé. Puede ser desde un video en tu celular hasta su mantita. Esto puede ser útil para ponerte en el humor adecuado y con ello, ayudarte a estimular el flujo5.

 

  • Posiciona la copa de succión correctamente. Ésta debe cubrir completamente tu pezón y areola (y no solamente la superficie del pezón) y estar bien sellada. De no ser así, tu extracción podría resultar incómoda y es menos probable que obtengas la cantidad de leche que necesitas5.

 

  • Ajusta los niveles de succión y velocidad hasta encontrar el más adecuado para ti. Esto podría evitar que estés incómoda. En ocasiones, se recomienda utilizar los niveles más bajos para permitir que la leche fluya5.

Después de usar el extractor

  • Asegúrate de guardar la leche de forma adecuada. No olvides tapar bien la botella o, en su caso, sellar bien la bolsa donde recolectaste la leche. Etiquétala con el día y la hora de recolección, y guárdala inmediatamente en el refrigerador o congelador4.

 

  • Desarma el extractor de ser necesario. Saca los tubos y separa todas las partes que estuvieron en contacto con la leche materna. Luego, enjuágalas con agua para quitar los rastros de leche que queden4.

 

  • Lava cada parte del extractor con agua caliente y jabón. Utiliza un recipiente limpio, de uso exclusivo para lavar el extractor. Evita que las partes toquen las superficies (ya sea tarja o lavamanos), pues los microbios del drenaje podrían contaminar el extractor. Si usas un cepillo para lavar el extractor, asegúrate de usarlo solamente para este fin4.

 

  • Al terminar, enjuaga con agua corriente o en un recipiente destinado solo a la limpieza del extractor4.

 

  • Déjalo secar al aire. Coloca todas las partes, así como los instrumentos que hayas utilizado para lavar el extractor, sobre una toalla limpia y sin usar o una toalla de papel. No olvides que debes dejar secar en un sitio libre de polvo y suciedad. Evita secar directamente con la toalla de cocina, pues podrías transferir los microbios al extractor4.

Extractor manual o eléctrico: ¿cuál es mejor?

Existen dos tipos de extractores de leche a la venta que pueden adaptarse a tus necesidades. Aunque solo varían en el método de extracción, cada uno tiene particularidades que puedes considerar antes de comprarlo. Aquí te contamos sobre ellas.

  • Manual: Un extractor requiere que bombees constantemente para que salga la leche. Se recomiendan sobre todo para aquellas extracciones que solo se harán de forma esporádica (una vez al día) o por un periodo corto (menos de cuatro semanas). Son más discretos que los eléctricos3.

 

  • Eléctrico: En este tipo de extractores, la máquina bombea de forma automática. Si estás pensando en extraer leche de manera frecuente o por un periodo más largo, quizás valga la pena que consideres un extractor eléctrico, pues su uso requiere mucho menos esfuerzo que uno manual. Además, el proceso de extracción es más rápido y, según el modelo, puedes hacerlo en ambos pechos a la vez3.

 

Por otro lado, los extractores de leche vienen en distintos tamaños para ajustarse correctamente a la proporción de tus senos. Es importante que elijas el que mejor te ajuste, ya que si la copa de succión es muy pequeña, el pezón podría hacer fricción a los lados.

Por otra parte, si es demasiado grande, corres el riesgo de que el extractor succione la areola hasta el embudo, lo que podría causar irritación y afectar el flujo de la leche. Puedes saber que es el tamaño correcto si, a la hora de succionar, sientes que tu pezón se acomoda fácilmente en el embudo3.

Algunas recomendaciones

  • Procura dar un masaje a tus senos durante y después del uso del extractor. Esto puede ayudarte a mejorar el flujo y producción de leche. Para esto, tan solo tienes que hacer movimientos circulares con las puntas de los dedos, empezando por los bordes exteriores hasta llegar al centro de cada pecho. Recuerda que se trata de un masaje suave, que no debe ocasionar ningún dolor1.

 

  • Conforme pase el tiempo, si incrementas la cantidad de veces al día en las que usas el extractor, podrás ir aumentando tu producción de leche. Intenta descansar, seguir las recomendaciones indicadas por tu médico y mantenerte hidratada1.

 

  • Al almacenar la leche materna, es muy importante que lleves un control agregando la fecha de extracción y refrigerándola correctamente1. Consulta aquí algunos cuidados que pueden ser útiles a la hora de crear tu banco de leche casero.

 

  • No olvides monitorear cuánta leche estás extrayendo. Las mujeres que trabajan fuera de casa suelen experimentar una disminución del suministro de leche; esto puede suceder por omitir sesiones de extracción o no extraer la leche durante suficiente tiempo. Te recomendamos extraer por lo menos diez minutos por sesión, aún y cuando la leche haya dejado de salir6.

 

  • Evita comprar extractores de leche de segunda mano. Aunque un extractor usado pareciera estar limpio y esterilizado, algunas bacterias y virus podrían sobrevivir por periodos muy largos y exponerte a ti y a tu bebé a riesgos en la salud5.

 

  • Para mantener un buen suministro de leche, bebe suficientes líquidos, trata de descansar lo suficiente e intenta relajarte. En ocasiones, el estrés puede ser el culpable de que el reflejo del flujo se retrase6.

 

Consulta a tu médico.

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Referencias

[1] Healthy Children. Cómo darle leche materna a un recién nacido prematuro o enfermo. [Internet] [Consultado 15 agosto 2022] Disponible en: https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/baby/breastfeeding/Paginas/providing-breastmilk-for-premature-and-ill-newborns.aspx

[2] Office on Women’s Health. Pumping and storing breastmilk. [Internet] [Consultado 15 agosto 2022] Disponible en: https://www.womenshealth.gov/breastfeeding/pumping-and-storing-breastmilk

[3] Pregnancy, Birth and Baby’s. Breast Pumps. [Internet] [Consultado 15 agosto 2022] Disponible en: https://www.pregnancybirthbaby.org.au/breast-pumps

[4] Nemours Kids Health. Breastfeeding FAQs: Pumping. [Internet] [Consultado 15 agosto 2022] Disponible en: https://kidshealth.org/en/parents/breastfeed-pump.html

[5] Healthy Children. Extracción de leche materna en el trabajo. [Internet] [Consultado 15 agosto 2022] Disponible en: https://www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/baby/breastfeeding/paginas/expressing-breastmilk-on-the-job.aspx

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