Hace un año no teníamos idea de lo que estábamos por enfrentar como humanidad.
La pandemia provocada por el COVID-19 llegó a desequilibrar nuestras vidas, y el confinamiento, como medida preventiva, representó un colosal desafío para nuestras familias, sobre todo para los más pequeños del hogar, cuyas rutinas de alimentación, sueño y educación se modificaron de manera sustancial.
También el desarrollo social de los pequeños, al no poder celebrar reuniones, cumpleaños, vacaciones y demás actividades recreativas, resultó severamente afectado, pudiéndoles general fatiga emocional, ansiedad y estrés.
Entre las situaciones que, en mayor o menor medida, los pequeños han tenido que aprender a lidiar podemos encontrar:
Por eso es muy importante que como mamás y papás pongamos mucha atención a las señales que nuestros pequeños nos están mandando, por ejemplo:
Una vez identificadas estas señales, lo primero que debemos hacer es cuidar de nosotros mismos para poderle transmitir a los pequeños confianza y tranquilidad. No tengas miedo en consultar a un especialista en salud mental. Ella o él te brindarán el apoyo que necesitas.
Lo siguiente será poner en práctica los siguientes consejos:
Si aun así tu pequeño muestra señales de ansiedad o estrés, consulta inmediatamente a un especialista en salud mental.
Recuerda que estamos ante un evento histórico y que es inevitable que nos sintamos abrumados, pero con una buena comunicación y con el apoyo de nuestra familia saldremos adelante.
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>Center for Disease Control and Prevention (2020). Children and young people´s social, emotional and mental health. Resources for parents. Department of Health & Human Services: USA. Recuperado de https://www.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/daily-life-coping/parental-resource-kit/index.html