Tu bebé es parecido a una pequeña pelota de células llamada blastocisto. Se ha alojado cómodamente en tu útero, que ha estado preparándose para este momento de rápido desarrollo, formado por un grueso revestimiento, el cual tiene una irrigación de sangre la cual es lleva nutrientes para apoyar el crecimiento y desarrollo del futuro bebé.
Durante este periodo, el líquido amniótico se acumula y el saco vitelino comienza a formarse. La parte externa del blastocisto será la responsable de la implantación en el útero y se convertirá en la placenta, la parte interna dará lugar a la formación del bebé. Después de la implantación en el revestimiento del útero, el blastocisto se convierte en un embrión, y así comienza el vínculo permanente con tu bebé.
Al final de la cuarta semana, estarás esperando el periodo menstrual, ¿llegará o no? Si no llega, ¡lo más probable es que estés embarazada! Para estar segura consulta con tu médico, quien te indicará los exámenes pertinentes para confirmarlo.
Finalmente, durante la semana 4 del embarazo el pequeño tubo neural del bebé empezará a desarrollarse, el cual se convertirá en el futuro cerebro, médula espinal y sistema nervioso.
Las hormonas que inundan tu cuerpo en esta etapa pueden provocarte dolor de cabeza, que puede ser uno de los primeros signos del embarazo. Es recomendable tomar agua y reducir el consumo de alimentos que desencadenen dolor de cabeza. Recuerda consultar con tu médico si los dolores de cabeza son inusuales o no, estos deberán mejorar con el tratamiento que te recomiende.
En esta etapa es importante tener un buen control para que tu embarazo evolucione de forma saludable y segura. Para lograrlo debes mantener una dieta correcta. Nutre el cerebro de tu bebé consumiendo diariamente alimentos ricos en DHA 3, como diversos tipos de pescado o suplementos de éste ácido graso, así como alimentos ricos en ácido fólico.
Durante este período algunas futuras madres pueden experimentar cambios en el patrón de las evacuaciones, tanto en consistencia como en frecuencia, es lo que coloquialmente refieren como "estreñimiento". Estas recomendaciones te pueden ayudar:
● Come más fibra. La fibra ayuda a incrementar la frecuencia de las evacuaciones. Las buenas fuentes de fibra incluyen frutas y verduras frescas, y también de granos integrales.
● Toma agua. Mantenerte hidratada tiene grandes beneficios para la salud, que incluyen la prevención en el cambio de frecuencia y consistencia de las evacuaciones.
● Realiza actividad física. Si tienes dudas sobre cuál es la mejor actividad física para ti consulta a tu médico y él te orientará.
En este momento puedes empezar a buscar un obstetra (si es que aún no tienes uno) para programar una cita médica en el momento en que tu embarazo esté confirmado. Averigua que pasa en la quinta semana de embarazo.
Consulta a tu médico de confianza para obtener mayor información relacionada a tu embarazo.
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