1.- ¿Cómo se manifiesta una alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV)?
Los síntomas llegan a ser en ocasiones muy dramáticos. Los más comunes de la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) pueden ser diarrea (en ocasiones acompañada de sangre), vómito, dificultad respiratoria y la aparición de ronchas. Si sospechas de alergia, acude con tu pediatra, quien te dará las mejores recomendaciones.
2.- ¿A qué se debe que los niños desarrollen la alergia a la proteína de leche de vaca (APLV)?
Las proteínas son una especie de cadenas, como si se tratara de un rosario. Las ‘cadenas’ de la leche de vaca son grandes y más pesadas que las de la leche materna. Es por esto que el organismo las identifica como dañinas y reacciona de manera dramática para defenderse.
3.- El problema de ser intolerante a la proteína de la leche de vaca, ¿se puede erradicar en algún momento o es para siempre?
El 50% de los bebés lo supera al año de edad, el 75%, a los dos años y el 90% lo supera a los 6 años.
4.- ¿Cuál es la diferencia entre la intolerancia a la lactosa y la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV)?
La intolerancia a la lactosa es un problema en la digestión de la lactosa, que es un carbohidrato, y puede tener algunos síntomas como diarrea o gases. La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) provoca una reacción en el organismo que trata de defenderse de la proteína y causa síntomas más dramáticos como dificultad para respirar, diarrea con sangre, vómitos, ronchitas en la piel, etcétera.
5.- Si estoy embarazada, ¿puedo hacer algo para que mi bebé no sea alérgico a la proteína de leche de vaca (APLV)?
Todo lo que comemos llega a formar parte del líquido amniótico que rodea al bebé durante la gestación, pero consulta con tu médico para que aclare tus dudas.