Los bebés prematuros son naturalmente más pequeños que uno nacido a término (muchos pesan menos de un kilo), podrías sentirte impactada y preocupada de cuán pequeño y frágil parece.
Durante las últimas cuatro semanas de embarazo, un bebé nacido a término gana entre medio y un kilo cada semana. La falta de grasa que rellene los pliegues de la piel le da al bebé prematuro una apariencia arrugada y hace que los dedos de manos, pies y nariz, se vean desproporcionadamente largos. En la medida que se desarrolle la capa de grasa, esta apariencia desaparecerá y tu bebé se verá más lleno.
Durante los primeros días de vida, tu bebé podría perder un poco de peso. Esto es normal y también pasa con los bebés nacidos a término, después de esto, empezará a ganar peso de forma constante.
Un bebé muy prematuro nace con una capa gruesa y blanca que cubre su cuerpo, llamada “unto sebáceo”. Después de retirarla de su cuerpo, la piel del bebé está roja, arrugada y se ve casi transparente, con venas pequeñas visibles debajo de la superficie de la piel.
Los bebés prematuros de todos los grupos étnicos tienen el mismo color de piel, rojo oscuro, cuando nacen, debido a que el color natural de la piel se desarrolla con el paso del tiempo. En su debido momento, tu pequeño tendrá la apariencia de los bebés nacidos a término.
Las características faciales de tu bebé están bien desarrolladas, excepto por las orejas, que siguen siendo muy suaves y blandas. Podrían estar muy pegadas a su cabeza, y cuando se doblan no regresan a su lugar. Conforme tu bebé continúe con su desarrollo, sus orejas formarán una capa firme de tejido que las hará verse como las de un bebé nacido a término.
Desde la vigésima semana de gestación, el pelo de tu bebé ha crecido. Para el momento de su nacimiento prematuro, podría cubrir su cabeza y probablemente será muy fino.
Tu bebé podría o no tener cejas y pestañas, sin embargo, podría tener una ligera cubierta de vello en buena parte de su cuerpo. A este vello fetal, se le conoce como “lanugo”, y podría ser muy denso (especialmente alrededor de los hombros), o ser simplemente una cubierta ligera como la de un durazno, con apariencia rizada; generalmente desaparece en algunos días o semanas.
Incluso los bebés muy prematuros tienen uñas de manos y pies, que alcanzan las puntas de los dedos a las 35 semanas de gestación.
Los huesos de un bebé prematuro son muy suaves y moldeables, especialmente los del cráneo. Antes del nacimiento, el líquido amniótico rodea su cabeza y ejerce una presión igual en toda la cabeza, pero una vez que nace, su linda y redonda cabeza empieza a achatarse contra las superficies firmes en las que descansa, esta elongación y achatamiento de los huesos del cráneo son temporales y la cabeza empieza a redondearse conforme se va desarrollando.
Al igual que otros bebés, es probable que tu bebé se estire, bostece y muevas su brazos y piernas. Pero debido a que carece de tono muscular, es muy débil y flexible.
De hecho, a algunos bebés prematuros les gusta dormir con sus pies cerca de su cabeza, aunque te parece incómodo, podría ser una posición que tu bebé disfrutó mientras estaba en el útero.
También podrás observar que tu pequeño se pone rígido repentinamente y después se relaja, es esto pasa porque su sistema nervioso no está completamente desarrollado aún.
Tu bebé puede tener un reflejo de sujeción en los dedos de las manos, pero es muy débil para levantar algo. Podrás también ver que sus brazos y piernas se agitan con muchas sacudidas, esto es común para un prematuro. En la medida que madure, sus movimientos se volverán más suaves y controlados.
Tanto las niñas como los niños prematuros tienen genitales inmaduros, que pueden verse diferentes en comparación con los de un bebé nacido a término. Los órganos sexuales de tu bebé podrían verse más grandes que el promedio pero conforme pasen las semanas tendrán un tamaño proporcional.
Espera que tu bebé duerma la mayor parte del tiempo aproximadamente unas 15-22 horas al día en un inicio. Podría costarle trabajo estar alerta, pero algunas de sus respuestas ya son iguales a las de un bebé nacido a término
Llora por las mismas razones que todos los bebés lloran. En caso de que se encuentra en una máquina respiradora no podrás escuchar su llanto debido a que el tubo de la máquina bloquea sus cuerdas vocales.
Puede que te preguntes si tu bebé ve y escucha. En este momento, oye mejor de lo que ve, no te preocupes, su visión mejorará con el paso del tiempo, mientras que su audición es un poco más avanzada. Habla con tu hijo, él ya está familiarizándose con tu voz y probablemente no le tomará mucho tiempo para aprender a responder a esta. Utiliza una voz calmada y tranquilizadora para reconfortarlo.
Puede ser que también estornude, tenga hipo, sonría e incluso chupe su pulgar, habilidades que adquirió antes del nacimiento.
Tu bebé también conoce la diferencia entre placer y dolor. Podría calmarse al acariciarlo, abrazarlo y arrullarlo, o al envolverlo en una cobija tibia. A muchos bebés prematuros les gusta estar cubiertos o envueltos firmemente.
Incluso un bebé muy prematuro puede saborear la diferencia entre algo dulce y algo salado. Al igual que la mayoría de los niños, tiende a preferir lo dulce.
Un bebé nacido a término tiene un sentido del olfato tan bien desarrollado que puede reconocer a su madre sólo por su aroma. Nadie sabe a ciencia cierta lo que un bebé prematuro puede oler, pero algunos cuneros colocan una pieza de ropa de la madre en la incubadora con la esperanza de que le brinde la sensación de la presencia tranquilizadora de su madre.
Tu bebé pudo salir del hospital, lo que significa alcanzo la suficiente madurez para que lo puedas llevar contigo, pero recuerda que necesitará de cuidados especiales, aún estando en tu casa.
Un bebé prematuro necesita un ambiente tranquilo, de preferencia que la luz sea tenue y lo menos que pueda tener de ruido. Recuerda que aún su grasa corporal de tu bebé es menor, por eso te recomendamos que lo pongas ropita que pueda ayudar a regular su temperatura.
La lactancia materna es la mejor forma de alimentar a tu bebé, porque, como en los bebés nacidos a término, contribuirá a su sano desarrollo. Tu bebé necesitará alimentarse con mayor frecuencia ya que necesita un mayor aporte de calorías para poder mantener un crecimiento adecuado.
También puedes acudir con tu médico quien te puede dar la información correcta sobre la dieta y alimentos para que tu bebé absorba de manera correcta todos los nutrimentos que necesita.
Deberás cambiar el pañal de tu bebé alrededor de cada tres o cuatro horas aunque aún no esté sucio, también es muy importante que te laves las manos antes de cargar o agarrar a tu pequeño, además de mantener siempre limpia su habitación.
Recuerda siempre mantenerte en contacto con tu médico, para que sea él quien pueda valorar su crecimiento y desarrollo de sus capacidades, así como detectar a tiempo algún rasgo inusual en tu bebé.
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