Mediante dispositivos que unen el aparato con la piel de tu pequeño, indica cuál es el ritmo cardíaco y respiratorio1.
Mide continuamente la saturación de oxígeno en la sangre mediante un sensor colocado en la manita o pie del bebé. Al igual, permite regular la cantidad de oxígeno que tu bebé puede necesitar1.
Evalúa periódicamente la presión de tu bebé mediante un brazalete que se coloca en su bracito o piernita1.
Mide la temperatura del pequeño y la incubadora. Regula el calor que existe dentro de ella, para que esté en un ambiente adecuado para el recién nacido1.
Alerta si la frecuencia respiratoria del bebé baja o se interrumpe1.
Además, hay otros dispositivos que le proporcionarán apoyo:
Es una especie de tubo pequeño que se introduce en el cordón umbilical para administrar medicamentos o líquidos y ocasionalmente obtener sangre sin producirle dolor a tu bebé1.
Es un tratamiento en donde se expone la piel de tu bebé a una luz especial que ayudará a disminuir los niveles de bilirrubina (coloración amarilla en la piel)1.
El pequeño se conecta al ventilador mecánico por medio de un tubito que se introduce en la laringe. Hay muchos tipos de ventiladores, pero todos persiguen el mismo objetivo: ayudar a tu bebé a respirar1.
Por medio de tubitos pequeños en su nariz, que le ayudarán a respirar1.
¡Juntos lo lograremos!
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