¿Por qué deberías empezar a leer con tu pequeño?
Durante sus primeros años de vida, la lectura puede ser un hábito para divertirte junto a tu peque y pasar tiempo de calidad al tiempo que aprende algo nuevo.1 El jugar con letras y palabras es muy importante para que tu pequeño dé sus primeros pasos en el camino a ser un lector de por vida. Recuerda que la alfabetización es un proceso muy complejo, que implica mucho más que sentarse a devorar libros enteros de un día a otro; desarrollar todas las habilidades que se necesitan para hacerlo (como la adquisición de vocabulario, la comprensión lectora, la fluidez al leer, entre otras) es la otra mitad.
Entre los 1 y los 3 años, tu pequeño puede alcanzar muchas de sus metas, pero también comenzará a enfrentar otros desafíos. Por ello, escuchar historias sobre otros niños y cómo les hicieron frente a obstáculos parecidos al suyo, puede ser bastante útil en su crecimiento. Pero no olvides que, aunque tu hijo está muy emocionado por aprender algo nuevo, también necesita saber que estás a su lado, apoyándolo. Leer juntos con regularidad puede fortalecer ese vínculo y ayudar a que tu pequeño se sienta más seguro de sí mismo.3
Es importante que tu pequeño sepa que los libros y la lectura no están asociados con tareas o actividades aburridas; en realidad, la lectura los llevará a un mundo de diversión y ayudará a aliviar el estrés.3 Aquí podrás encontrar algunos consejos para lograrlo.
El camino hacia sus primeras lecturas
Al leerle a tu peque durante sus primeros años, estás sentando las bases para formar un lector en el futuro. Además, al fomentar este hábito y acompañar a tu pequeño a leer en esta etapa, puedes prevenir posibles problemas de lectura cuando entre a primaria.3 Pero antes de que tu hijo sea capaz de leer solito, primero tiene que desarrollar algunas habilidades de alfabetización temprana, que incluyen:3
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Ampliar su vocabulario y entender cómo utilizar las palabras.3
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Entender que cada palabra se compone de pequeños sonidos, llamados fonemas (a esto se le llama conciencia fonémica).3
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Comprender que cada marca que hay en la página representa una letra o palabra.3
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Conocer las letras del abecedario.3
No necesitas juegos, dinámicas o instrucciones especiales para que tu peque adquiera todas estas habilidades. La mejor manera de apoyarlo es leerle con la mayor frecuencia posible.3
La mayoría de los niños aprenden a leer entre los 6 y los 7 años. Para otros, adquirir esta habilidad resulta un poco más fácil, y empiezan a hacerlo a los 5 o 6 años. Pero, ante todo, te recomendamos que evites presionar a tu pequeño para que vaya más rápido: ¡La lectura debería ser un proceso divertido en su desarrollo!2
Según la edad de tu bebé, el tipo de libro y la manera de leerlo deben ajustarse. Aquí, encontrarás detalles específicos para cada etapa que te ayudarán a incorporar este hábito en su rutina nocturna.
¿Cómo elegir los libros adecuados?
Ahora que ya sabes por qué la lectura puede ser tan importante durante sus primeros años de vida, ¿qué debes buscar al momento de ir a una librería o biblioteca? Aquí te dejamos algunas recomendaciones con el contenido que podría ser adecuado según la edad de tu peque.2
De los 12 a los 24 meses
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Libros de cartón que puedan llevar a cualquier lado.2
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Libros cuyos protagonistas sean niños haciendo cosas de la vida diaria.2
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Libros para iniciar o terminar el día.2
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Libros que tienen apenas unas cuantas palabras por páginas.2
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Libros que incluyan rimas o patrones de frases reconocibles.2
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Libros en los que aparezcan animales.2
De los 24 a los 36 meses
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Libros que cuenten historias sencillas.2
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Libros con rimas fáciles de memorizar.2
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Libros que le enseñen el abecedario o a contar.2
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Libros sobre sus rutinas diarias.2
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Libros en los que aparezcan animales y/o vehículos.2
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Libros con sus personajes favoritos.2
Algunos tips para empezar a leer con tu hijo
Estos consejos pueden ser muy útiles a la hora de iniciar el hábito de la lectura en casa.
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Léele a tu peque con frecuencia (de ser posible, una vez al día) y designa horarios especiales para ello. Puede ser antes de la hora de la siesta o por la noche, antes de irse a dormir.3
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Prefiere los libros hechos de materiales resistentes como cartón grueso o tela. Si tu hijo quiere jugar con él, no tendrás que preocuparte de que pueda arrancarle una página.3
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Si se siente cómodo con esto, sostén a tu pequeño en tu regazo mientras continúas leyéndole. Esto puede ayudar a que se sienta más seguro y relajado, además de que refuerza la idea de que tiene tu atención en el momento.3
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A los niños pequeños les encanta sentir que pueden hacer cosas por sí mismos. Fomenta esta sensación al tomar 3 o 4 libros de su colección y dejar que elija el que prefiera. También puedes animarle a que dé vuelta a las páginas. ¡No olvides felicitarlo al terminar!3
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Asegúrate de que tu ritmo de lectura sea pausado. También puedes darle un toque de emoción al cambiar tu tono según los personajes, o al dar más énfasis y subir o bajar la voz en ciertas frases. Puedes, incluso, usar títeres o animarle a jugar con sus deditos (¿Quién no recuerda el divertidísimo Witzy, Witzy araña?).3
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Hay niños a quienes les gusta terminar las frases que les suenan familiares y repetir palabras que riman o aparecen muchas veces. Cuando te encuentres una, haz una pausa breve para que tu pequeño pueda divertirse con las palabras.3
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No importa que insista en el mismo libro todas las noches, ¡léele lo que prefiera!3