Así lo expresan muchos papás. Tener un hijo es uno de los papeles más satisfactorios que tendrás, ver a tu bebé sonreír, crecer e incluso llorar, te genera una lluvia de sentimientos inimaginables.
Hay ocasiones en las que puede llegar a ser un poco estresante y entendemos que puedes tener pensamientos como, “¿qué tiene?, ¿qué estoy haciendo mal?, ¿por qué no para de llorar?, ¿qué puedo hacer para hacerlo sentir mejor?”.
Recuerda que no estás haciendo nada mal, este es un periodo transitorio debido a que el sistema nervioso y digestivo de tu bebé aún son inmaduros e irán madurando progresivamente, mientras es importante mantener la calma y pedir ayuda si lo consideras necesario.
Estos consejos te pueden ser útiles:
Mantén la calma, busca relajarte y pide apoyo si lo necesitas
Siempre que estés a punto de explotar haz una pausa. Respira profundo y lentamente, esto te ayudará a relajarte.
Crea tu grupo de apoyo. Muchos papás están pasando por lo mismo que tú, no tengas miedo de pedir ayuda. Puede ser tu pareja, algún familiar o amigo, estarán felices de ayudarte en lo que te tomas unos minutos para relajarte.
Disfruta de la naturaleza: estar al aire libre te permite relajarte y conectar. Cuando el clima lo permita, te recomendamos salir con tu bebé.
Haz un esfuerzo por mantener un espacio de tiempo para ti.
Recuerda que tu bebé también siente tus emociones, por lo cual, busca espacio para relajarte y pide ayuda a tu entorno para poder hacerlo, esto redundará en un gran beneficio para tu bebé, para ti y tu entorno.
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