Eructos, hipo y regurgitaciones en bebés

Es normal que los bebés recién nacidos presenten eructos, hipo y regurgitación al estarlos amamantando o al terminar. Lo primero que hay que identificar es si tu bebé ya terminó de amamantarse, de esto puedes darte cuenta porque el bebé deja de succionar o se queda dormido.¹

Al terminar de comer es importante que lo ayudes a eructar o repetir para ayudarlo a expulsar el aire que pudo haber llegado a tragar mientras comía. Normalmente los bebés alimentados con leche materna tragan menos aire, pero es importante ayudarlo a eructar para disminuir su sensación de llenura y te ayuda a despertarlo un poco para ofrecerle el otro seno.¹

¿Por qué les da hipo a los bebés?

A la mayoría de los bebés también les da hipo, puede suceder porque comen muy rápido o porque les entra aire al momento de estarse alimentado, normalmente es más molesto para la mamá que para el bebé, es algo normal y no hay motivo para preocuparse ya que normalmente, el hipo se detendrá solo.¹

Conforme avanza el suministro de leche, el bebé también puede regurgitar (regresar leche por el esófago hacia la boca), esto sucede porque su sistema digestivo aún está en proceso de desarrollo.¹

Para ayudar al bebé a sacar el aire, hay que acomodarlo de forma vertical sobre el cuerpo de mamá o papá, colocando la cabeza del bebé sobre su hombro. Hay que acomodar un paño limpio debajo de su cabeza y dar palmaditas delicadamente o frotar su espalda. Este movimiento también puede hacerse mientras tienen a bebé sentado en su regazo. Si el bebé no eructa o repite después de unos minutos, puede ponerlo boca arriba o continuar alimentándolo.¹

Después de amamantar al bebé, es importante ayudarlo a eructar o repetir. Una forma de reducir el hipo y la regurgitación es con sesiones de lactancia materna calmadas y relajantes, aunque si sigue sucediendo y genera preocupación en mamá, es importante consultar a su médico.1 ¹

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