Tu pequeño se encuentra en una etapa en la que su crecimiento y desarrollo de huesos, dientes y músculos es constante, y es por eso que la energía de los alimentos deberá ser suficiente para asegurar su sano crecimiento. Tu pequeño en esta fase necesita una leche diseñada para proporcionar una cantidad más equilibrada de grasas, sobre todo de DHA.
Te presentamos las recomendaciones de los especialistas para la alimentación de tu hijo:
Es un ácido graso abundante tanto en el cerebro como en la retina. Por años, investigaciones científicas han reconocido la importancia de este nutriente y de su potencial como influencia positiva de la función del cerebro y para el desarrollo visual. También favorece el adecuado desarrollo y funcionamiento del sistema inmune.
Los médicos normalmente comienzan a medir el IMC alrededor del segundo año y utilizan esta unidad para determinar si el niño tiene una buena cantidad de grasa corporal de acuerdo con su estatura y peso. Se considera que los niños cuyo IMC se sitúa entre los 86 y los 94 percentiles, padecen sobrepeso y los que superan esta cantidad tienen obesidad.
El pediatra de tu hijo te puede asesorar para que mantengas su peso en un rango saludable tomando en cuenta su edad y sexo.
No te preocupes si tu pequeño se vuelve melindroso y rechaza ciertos alimentos o si tiene periodos en que se concentra en un solo grupo de alimentos. Es normal a su edad, si no haces mucho caso lo más seguro es que se le pase. Continúa ofreciéndole alimentos variados, incluso experimenta con combinaciones divertidas, en las que puedas incluir aquellos alimentos que no le agraden tanto para que así se pueda ir acostumbrando a su sabor poco a poco, y si después de esto aún los sigue rechazando intenta dárselos más adelante.
Recuerda que a la hora de introducir alimentos nuevos en la dieta de tu pequeño es preferible que lo hagas de manera progresiva y al principio de cada comida, cuando tu pequeño tiene más apetito.
Tu hijo no necesita comer galletas, pasteles u otras golosinas azucaradas todos los días. Guarda los dulces para las ocasiones especiales y no los uses como premio. Hay muchos alimentos sabrosos y nutritivos con los que puedes complementar el menú de tu hijo.
¿Para qué quitarle el hambre con calorías vacías que podrían evitar que tenga un desarrollo saludable?, si existen formas sencillas de alimentarlo sanamente como endulzarle las frutas con un poco de miel y cereales o acompañarlas con yogur natural y granos.
Ahora que tu hijo participa más en su alimentación, es importante que le ofrezcas alimentos seguros y prestes aún más atención en lo que se lleva a su boca. Corta las salchichas y las zanahorias a lo largo para que no queden en forma de moneda y así evitar un contratiempo. No le des caramelos duros ni gomas de mascar, ya que estos pueden producirle caries.
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