Del biberón al vasito entrenador
“Cuando el pediatra me dijo que mi hijo estaba listo para usar un vaso todo el tiempo y no necesitaba tetero, me deshice de los biberones. Marquito estaba confundido al principio y se quejó por su tete (biberón), pero no hizo gran cosa al respecto. El primer par de noches fue difícil, ya que el biberón lo ayudaba a calmarse, pero sabía que no era lo mejor para él. Yo seguí ofreciendo el vaso y así, cuando tuvo sed, bebió. Después del primer día ya no representó un mayor obstáculo”.
Karla M.
Nuevos alimentos y sabores
“Nosotros acordamos una rutina de visitar diferentes tipos de restaurantes cuando salimos a comer. De esta manera, Chucho se expone a diferentes gustos y sabores. Parece que le gusta casi todo, hasta el sushi, aunque no le damos nada que contenga pescado crudo. ¡Pero le encanta el arroz glutinoso y las algas!”
Leslie C.
Ve a lo seguro… ¡Y saludable!
“Estaba preocupada de que las manzanas pudieran ser un peligro de asfixia para mi bebé, pero luego me di cuenta de que podía triturarla con un rallador. ¡A mi hijo le encanta este bocadillo!”
María R.
Ser flexible con tus opciones de comida
“Lucy come los mismos alimentos que nosotros, en versiones especiales para niños, pero solo pongo una cosa a la vez en su plato y trato de no poner demasiado de ello. De esa manera, es menos probable que juegue con la comida y pueda comer mejor. Después de que termina lo que está en su plato, puedo ofrecerle un poco más”.
Pilar L.
Simplifica la limpieza
“Yo acostumbro poner papel periódico debajo de la silla, como si fuera un tapete. Así no termino barriendo una vez más después de la comida, solo levanto el papel y lo tiro a la basura; si no se ensució, lo puedo reciclar”.
Leah F.