Un bebé que llora de forma frecuente o por tiempos prolongados durante el día, puede preocupar a cualquier padre. Los “cólicos”* pueden ser la causa. En los primeros meses de vida, empezando en las primeras semanas y llegándose a prolongar hasta los 4 meses, pueden presentar los siguientes síntomas: llanto difícil de calmar, gases e irritabilidad que muchas veces es interpretado como “cólico”.
Si te encuentras en esta situación, lo primero que hay que hacer es tener mucha paciencia e informarte lo mejor posible con tu pediatra. El llanto, irritabilidad o “cólicos” en los bebés ocurren generalmente de forma temporal; es decir, todo su cuerpo se encuentra en un proceso de adaptación a los estímulos del mundo, que aún les es un tanto ajeno, pero esto pasará.
A continuación, te compartimos algunos tips para ayudar calmar a tu bebé.
Procura entenderlo. Cuando veas que está inquieto o incómodo y no tiene otros síntomas alarmantes, lo primero que hay que hacer es estar tranquilos y tratar de entenderlo con empatía.1
Está intentando comunicarse. El llanto la mayor parte de las veces NO es una expresión de dolor, es la única forma que tiene un bebé para comunicarse.1
Mantengan una rutina. Trata de establecer junto con toda la familia una rutina para empezar a establecer horas de sueño, alimentación y actividad. Esto beneficia tanto a los padres como al bebé y puede ser muy efectivo para que se adapte y esté tranquilo.1
Envuélvelo en una mantita. Usar una cobija o una franela para envolverlo, uniendo sus brazos y hombros de tal manera que se sienta compacto pero cómodo, permitiendo flexión y movimiento en sus piernas. Esta táctica se considera una buena para que se sienta seguro.1
Dale un masaje. Un masaje puede ser de mucho beneficio para los bebés, ya que además de proporcionar estimulación sensorial, que induce efectos pacificadores, puede mejorar la relación madre - hijo.1
Amamanta a tu bebé, si ves que tiene hambre. La lactancia materna es una de las mejores técnicas calmantes, ya que involucra todos los sentidos del bebé.2
Lleva a tu bebé a dar un paseo en coche. La distracción es pieza clave para aliviar la incomodidad e incluso puede arrullarlo. Recuerda siempre asegurarlo en un asiento adecuado para su edad.2
Dale un baño. El agua tibia puede ser una muy buena técnica para calmarlo, recuerda nunca dejarlo desatendido.2
Mece a tu bebé suavemente hacia adelante y hacia atrás. Puedes usar una silla mecedora o una normal imitando el movimiento de mecerse.2
Ruido blanco. El ruido que hace la aspiradora se conoce como ruido blanco y es un distractor efectivo. Otros ruidos blancos son cuando corre el agua del grifo, el zumbido de un ventilador o del lavaplatos.2
Cántale canciones o escucha música con tu bebé. Sostenlo mientras bailas o caminas lentamente con la música.2
Coloca a tu bebé ombligo con ombligo (piel con piel). Esta es una gran técnica calmante para los padres y los bebés.2
Haz contacto visual y besa a tu bebé suavemente. Esto le demuestra que lo amas, incluso cuando está llorando.2
Lo más importante es recordar que los “cólicos”* son temporales y son parte de una etapa que superará en unos meses.
Tienes que hablar con tu médico si tu bebé aún muestra llanto, irritabilidad o incomodidad constante o muy frecuente después de los cuatro meses. A esta edad, en la mayoría de los bebés sanos, los “cólicos” habrán desaparecido.1
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