Antes de empezar, ¿por qué no echas un vistazo a nuestros consejos más importantes para un entrenamiento efectivo para que los niños pequeños dejen el pañal?
Lo primero y más importante es poner la bacinica en el baño que más usa tu hijo y mostrarle cuál es su lugar.
Si tu hijo muestra señales de querer ir al baño, como tirar de su pañal o decírtelo con sus palabras, acompáñalo siempre al baño.
Vístelo con ropa que sea fácil de subir y bajar. Las cremalleras o botones complicados solo lo frustrarán (y a ti también) durante esos últimos minutos antes de ir al baño, ¡así que las cinturas elásticas son tus amigas en este momento!
Sigue unos pasos sencillos,ii para que tu hijo se familiarice con todo.
Un lenguaje claro sobre las partes del cuerpo y los fluidos corporales ayudará a tu pequeño a evitar cualquier confusión, especialmente si está en preescolar o guardería y necesita comunicar sus deseos y necesidades a otra persona. Evita añadir palabras negativas como “asqueroso” o “repugnante”iii a la pipí o popó, ya que esto podría hacer que el niño se sienta mal al ir al baño.
Las recompensas pueden consistir en muchas palabras de aliento. Y cuando ocurran accidentes (que inevitablemente así será) trata de no regañar a tu hijo. Solo cámbiale la ropa y explícale que la pipí y la popó deben hacerse en la bacinica.
Aunque el entrenamiento para ir al baño es muy similar para los niños y las niñas, los niños suelen hacer pipí de pie una vez que se han familiarizado con el uso del baño mientras están sentados.
¿Por qué no intentas sentar a tu hijo pequeño en el inodoro mirando hacia el otro ladoiv (es decir, hacia el depósito de agua de la taza)? De esta manera, se familiarizará con la dirección en la que debe dirigirse cuando esté listo para ponerse de pie para hacer pipí.
Siempre es recomendable vigilar las deposiciones de tu hijo. El estreñimiento puede hacer que los pequeños eviten hacer popó debido a una experiencia dolorosa, causada por heces duras que son difíciles de evacuar. Si te preocupa que tu hijo pueda tener estreñimiento, habla con tu médico sobre lo que puedes hacer. Es posible que debas incluir un poco más de fibra en su dieta. Una vez que hayas identificado el problema del entrenamiento para ir al baño, podrás manejarlo mejor, ¡lo que significa que es mucho más probable que tengas éxito!
Trata de no desanimarte. Cada niño es diferente, y la disposición para ir al baño varía. Inevitablemente habrá días en los que sentirás que tu pequeño tiene más accidentes que triunfos. Puede ser particularmente estresante y agotador si sientes que tienes que seguir a tu hijo todo el día. Es probable que tu niño simplemente no esté listo o tal vez se esté tomando el tiempo necesario para acostumbrarse a la transición.
Sin importar cuáles sean tus preocupaciones, intenta no apresurar a tu hijo para que use la bacinica. Si se niega a hacerlo, toma un descanso del entrenamiento por un tiempov y vuelve a intentarlo cuando ambos se sientan más preparados.
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