Tener a un bebé que llora todo el tiempo puede ser muy retador. Aunque tu médico podría darte sugerencias que te ayuden a aliviar su llanto, aquí te contamos de algunos de los que podrías echar mano. ¡No olvides que cada bebito es un mundo!
Envuélvelo: Envolver a tu bebé en una manta puede hacer que se sienta más seguro, al recrear el ambiente de la matriz. Pregúntale a tu médico o enfermera cómo envolver a tu bebé para evitar riesgos.
Intenta varias posiciones para sostenerlo: El contacto con tu cuerpo y el movimiento puede ser muy relajante para tu bebé. Para aliviar la irritabilidad, puedes probar a acostarlo sobre su pancita, boca abajo y frotar suavemente su espaldita.
Sonidos relajantes: Recrea el ambiente del útero a través de música relajante, una máquina de ruido blanco, un ventilador o una grabación con el sonido de latidos del corazón.
Usa movimientos rítmicos: El movimiento constante puede ayudar a relajarlo. Acuna a tu bebé mientras tú te meces en una silla, colócalo en un columpio o prueba una sillita con vibraciones.
Cálmalo: Ayuda a tu bebé a encontrar su mano o los pulgares para chupar.
Masajea su piel: Los bebés aman el contacto de piel a piel y los estudios sugieren que los niños que reciben masajes con regularidad lloran menos.
Elimina alérgenos alimenticios potenciales: Si tu médico sospecha de alergia a la proteína de leche de vaca y estás amamantando, puede que tengas que eliminar los productos lácteos de la dieta de tu bebé. Consulta a tu médico para mayor información.
El cuidado de un bebé con cólicos* que llora mucho es agotador. Está bien pedir ayuda a los miembros de la familia, amigos, y a tu médico cuando comienzas a sentirte abrumada, o incluso para colocar a tu bebé con seguridad en la cuna mientras te tomas unos minutos para relajarte. Si tu bebé aún muestra signos de cólico* después de cuatro meses, es posible que algo más esté causando el comportamiento lloroso de tu bebé, ¡no dudes visitar al pediatra!
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*Irritabilidad.