Al celebrar el primer cumpleaños de tu pequeño, probablemente ya camine o pronto lo estará haciendo, y se comunicará con algunas palabras y muchos gestos. En los próximos 2 años, se convertirá en un aventurero y hablará por sí mismo, con opiniones fuertes y la capacidad de expresarse correctamente. Durante esta etapa no dejes de estimularlo, ¡aún tiene mucho por aprender!
Mientras que sus avances físicos son más notorios, su cerebro también está experimentando grandes cambios. Y ahora que su paladar y habilidades de alimentación se están expandiendo, tendrás nuevas oportunidades para proporcionar la nutrición que necesita y alimentar estos grandes saltos hacia adelante. Una buena nutrición es la principal fuente de desarrollo para tu pequeño.
Durante el próximo año, el cerebro de tu hijo seguirá estando en su mayor período de desarrollo, ¡esta etapa inició desde el nacimiento! Para su segundo cumpleaños, su corteza cerebral (responsable, entre otras cosas, del lenguaje y el procesamiento de la información y los movimientos complejos) entra en una explosión de más de 100 billones de sinapsis (las conexiones a través de las cuales se comunican las células en el cerebro).
Una dieta equilibrada que incluya muchas frutas, verduras y granos enteros es esencial para cubrir la mayor parte de las necesidades de tu hijo. Para los niños que siguen una dieta vegetariana estricta, los médicos pueden recomendar suplementos con vitamina B12, calcio y riboflavina.
En un estudio realizado en torno a la influencia de la dieta sobre el desarrollo neurocognitivo se encontró que los niños que incluían más ensalada, arroz, pasta y frutos en sus comidas a los tres años obtenían puntuaciones más altas en las pruebas de coeficiente intelectual, en comparación a pequeños con dietas ricas en alimentos procesados, con alto contenido de grasa y azúcar.
Un nutriente al que todos los padres deben prestar atención es el hierro. Las deficiencias de hierro durante los primeros años de vida se han relacionado con alteraciones en el desarrollo conductual y neural. Las mejores fuentes alimenticias de hierro son las carnes rojas, cereales, verduras y alimentos con vitamina C (esta ayuda al cuerpo a absorber el hierro que proviene de fuentes vegetales). El pediatra de tu hijo puede verificar sus niveles de hierro en su revisión anual y sugerir suplementos si estos resultan ser bajos.
El DHA es otro nutriente importante, ya que desempeña un papel clave en el desarrollo del cerebro y sistema nervioso. Es considerada la principal grasa estructural en el cerebro, y ayuda a construir las membranas que protegen a las neuronas y a mejorar la transmisión de las señales del cerebro. Es especialmente importante en embarazo y durante los primeros seis meses de vida, pero continúa promoviendo la función saludable del cerebro y la visión durante toda la vida. Se encuentra naturalmente en la leche materna, pero los niveles pueden variar en función de la dieta de la madre. La mejor fuente alimenticia de DHA es el pescado graso de agua fría, como el salmón, el atún rojo, el bacalao, las sardinas y el arenque. También es posible obtenerlo a través de suplementos de DHA.
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