Control intestinal
Enseñarle a tu pequeño a controlar su intestino podrá ser agotador y en algunos casos un poco perturbador, porque a esta edad los niños, además de no ser conscientes de la presencia de gérmenes, no han generado esa asociación negativa con las deposiciones que tenemos los adultos; al contrario, se sentirán orgullosos de “eso” que ellos han creado y querrán presumirlo, esconderlo en lugares para sorprenderte, utilizarlo para dibujar en las paredes o llorar cuando sus heces se van por el inodoro.
La renuencia a “dejar ir” sus heces puede incrementarse en la etapa donde el dominio de su cuerpo y la privacidad son su prioridad; también, si están experimentando temor al inodoro o se sienten incómodos con el método de entrenamiento que elegiste y no han podido expresarlo.
Así que deberás hablar con tu pequeño, preguntarle por qué se está comportando de esa manera, si se siente incómodo con algo. Después tendrás que recordarle de forma cordial pero firme que las deposiciones deben ir en el inodoro y que estarás ahí para ayudarlo.
Cuando haga en su inodoro entrenador, te recomendamos llevarlo al baño, vaciar sus deposiciones en la taza y pedirle a tu pequeño que le “jale” (dejar ir el agua).
Verás que pronto terminará esta etapa de interés o juego con sus heces.