Justo después del nacimiento de tu bebé te trasladarán a la sala de recuperación donde tus signos vitales serán monitoreados hasta que se estabilicen. Tener escalofríos es normal en ese momento.
Si tuviste una cesárea la recuperación será más larga y es probable que no tengas la suficiente fuerza para cargar a tu bebé en las primeras ocasiones. No te preocupes solo es cuestión de paciencia y un poco de tiempo.
Entre más pronto mejor. Inmediatamente después del parto estás lista para comenzar. Si aún no estás familiarizada con las posiciones para amamantar pide a las enfermeras que te ayuden a encontrar la posición en la que te sientas más cómoda.
En las primeras 24 horas muy probablemente que tengas una dieta muy simple. Puede ser que te pongan suero intravenoso para mantenerte hidratada. Conforme tu sistema digestivo se vaya recuperando irás incorporando otros alimentos en tu dieta. Probablemente tengas gases, no te preocupes que esto es normal.
Con el paso de los días, tú serás quien decida que alimentos comerás. Recuerda que mientras estés amamantando tu bebé seguirá obteniendo todos los nutrientes que necesita de ti. En particular, necesitarás hierro. Este nutriente lo puedes encontrar en la carne magra, en los vegetales de hojas verdes como las espinacas o acelgas, los granos enteros o enriquecidos, y las leguminosas.
Después del parto perderás 5 kilos aproximadamente. Esto es lo que el bebé, la placenta y los fluidos pesan. El resto depende de ti. Perderás más peso en la primera semana, amantar ayuda. Después de este tiempo deberás ser paciente. Recuerda que te tomó 9 meses tener el peso que tienes en este momento. Comenzar con ejercicio y dieta ligera previa autorización de tu médico será de gran ayuda.
Esto depende de tu médico y el tipo de parto que hayas tenido. Puedes comenzar por tomar una caminata corta por el pabellón de maternidad 6 horas después del parto para ayudar a la activación de tu sistema digestivo. Cuando tengas la aprobación de tu médico podrás comenzar a ejercitarte, recuerda que el ejercicio te ayudará a combatir la fatiga, aumentar la circulación, mejorar tu estado de ánimo y deshacerte del peso ganado durante el embarazo.
Tu cuerpo ha pasado por muchas cosas en las últimas semanas. Tus hormonas están fluctuando dramáticamente. Además estás teniendo un cambio enorme en tu vida. ¿Ahora entiendes por qué eres un manojo de emociones?
Para muchas mujeres los cambios hormonales generan cambios de humor. Las depresiones ligeras son comunes en este punto. Sentirte estresada es común en esta etapa también. Estás pasando por una etapa en donde las cosas son maravillosas y nuevas pero también caóticas. Otra situación que no contribuye positivamente son las pocas horas que duermes.
Si estás llorando de alegría o muerta de cansancio o ¡ambas!, lo más importante es que no estás sola. Muchas, muchas mujeres han pasado por esto. No tengas miedo en pedir ayuda a tu pareja, tu familia y amigos, a tu médico o a otras mamás que hayan estado en esto antes.
¿Te sirvió este artículo? Suscríbete gratis a Club Enfabebé y accede a más contenido útil para cuidar de tu salud y la de tu bebé durante cada etapa de su desarrollo.
¿Cómo saber si la regurgitación está afectando al crecimiento y desarrollo de mi bebé?
Cuando un bebé se alimenta de leche materna, absorbe la mayoría de lo que mamá consume, por eso es importante cuidar tu alimentación para evitar...