A los 5 años, tu pequeño quiere lograrlo todo: saltar, escalar, deslizarse, patinar… Te contamos qué esperar a esta edad con respecto a su desarrollo motriz, que va paralelo al desarrollo cognitivo y emocional.
Si eres mamá de un pequeño de 5 años de edad, te habrás dado cuenta de que el manejo de su cuerpo ha cambiado mucho con respecto a edades previas. Pareciera que su desarrollo motriz de pronto haya dado un gran salto de maduración y esto es porque las neuronas encargadas del movimiento ahora transmiten más información que antes.1,2
De los 4 hasta los 6 años, el cerebro de tu hijo madura mucho en las áreas que se encargan del movimiento. Es un proceso llamado mielinización de las neuronas motoras, lo que permite mucho mayor control del cuerpo2, más coordinación, movimientos más “finos” y con ello, muchos deseos de tu hijo de hacer de todo: saltar, escalar, patinar, bailar, deslizarse, nadar…1
Ahora, mucho ojo aquí: si bien sus capacidades motoras están mejor que nunca, aún le falta maduración en las áreas cognitivas, por lo que les cuesta darse cuenta si alguna actividad es peligrosa.1,2 Es importante estar siempre al pendiente y platicar con ellos sobre hábitos de seguridad y prevención.
En el ámbito de desarrollo motriz, ¿qué puedes esperar sobre el desarrollo de tu hijo a los 5 años?
Estos son algunos indicadores:
Ya realizan movimientos complejos o combinados, como saltar, atrapar una pelota, girar, y luego lanzarla de nuevo, todo en un solo intento.1 Antes, solo lograban movimientos simples.
Les encanta saber qué hicieron “bien” un movimiento, les encanta tener logros como meter un gol, nadar más rápido que antes o ganarle a su compañero.1
Se nota la influencia de su desarrollo cognitivo en los logros motrices. Como ya distinguen derecha e izquierda, por ejemplo, pueden realizar movimientos o actividades que incluyan dichos conceptos, como un baile.1
Respecto al punto anterior, pueden aplicar a sus movimientos nociones tales como lento y rápido, cerca o lejos, atrás o adelante.1 En general, en todos sus movimientos muestra más velocidad, coordinación, ritmo y orientación1. Muestran más habilidad para saltar, correr, girar.2
Les encanta jugar a mantener el equilibrio caminando por la orilla de la banqueta, sobre una raya o saltando sobre un pie. Además, este tipo de acciones le ayudan a seguir madurando.1,2
Se nota su madurez del lenguaje vinculada al desarrollo motriz, pues además de realizar movimientos físicos más complejos, son capaces de hablar de ellos o explicar lo que se proponen realizar1. Es importante destacar que en el pequeño todas las áreas de desarrollo (cognitivo, motriz, emocional, de lenguaje) van avanzando más o menos al mismo tiempo y se influyen unas a otras.1
Las características de su sistema nervioso harán que, si tiene un logro físico que lo alegra, pueda expresar su alegría de manera desbordada. Lo mismo puede suceder si “pierde”. Es una etapa de mucha emotividad y aunque pareciera que tu pequeño es “descontrolado”, es parte de su maduración.1
En esta etapa ya es posible ver si tu pequeño tiene interés o aptitud especial para un deporte. Ya es capaz de entender que los juegos y deportes tienen reglas y que exigen práctica y esfuerzo1. En la escuela tomará contacto con actividades pre-deportivas1.
Respecto al punto anterior, su mayor madurez social le permite participar en equipos deportivos de su edad, pues ahora interactúa más y mejor con pequeñitos de su edad. Todo ello impulsa a su vez su mayor desarrollo motriz.1
En relación con otra clase de movimientos, tu pequeño de 5 años ya puede realizar tareas más “finas”, como ordenar su mesa de trabajo, guardar sus lápices en un bote, regar plantas, vestirse solo, servirle comida a su mascota, doblar sus calcetines, colgar su chamarra en el closet o poner la mesa. Eso sí: es muy importante que muestres aprecio por sus esfuerzos. ¡Eso le encanta!1
Ahora, es sumamente importante recalcar que un desarrollo motriz adecuado a los 5 años es resultado de que el pequeño haya pasado adecuadamente sus etapas anteriores. También de que tú como mamá o papá participes activamente en sus juegos y que reciba educación preescolar, aunque sea a distancia por causa de la pandemia.2
Recuerda que cada niño es diferente y avanza a su propio ritmo. Pero si consideras que el desarrollo motriz, cognitivo, emocional o social de tu pequeño no es el adecuado, consulta a un especialista.
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