Es el resultado de una hipersensibilidad del sistema inmune del bebé a la proteína en la leche de vaca.
Cuando un bebé tiene APLV, el sistema inmune cree erróneamente que la proteína de la leche de vaca (proveniente de leche de vaca o de cualquier otro producto que contenga leche, conocidos como productos lácteos) es dañina, e intenta proteger al cuerpo combatiendo esta proteína, lo que conduce a una reacción alérgica que puede afectar diferentes partes del cuerpo. 7
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Si sospechas que tu hijo puede tener APLV lo primero que debes hacer es consultar con tu pediatra, quien hará las pruebas pertinentes y te dará el diagnóstico adecuado a la condición particular de tu hijo. El principal tratamiento en lactantes con APLV es continuar con la lactancia materna, eliminando la proteína de la leche de vaca de la dieta de la madre, y en bebés que no son alimentados con leche humana, se deben utilizar fórmulas hipoalergénicas con proteína extensamente hidrolizada como primera opción de tratamiento, las cuales son generalmente bien toleradas.8
El pronóstico para APLV en la infancia y la niñez es bueno. Aproximadamente el 50% de los niños afectados supera esta alergia a la edad de 1 año,2 pero hay casos en los que el paciente puede tener otras manifestaciones alérgicas.9
Para mayor información acércate al médico pediatra de tu bebé.
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