En la mayoría de los casos, el reflujo se resuelve antes del año de vida del bebé, va disminuyendo progresivamente.1
Algunas mamás descubrieron que eliminar algunos alimentos, como picantes, puede ayudar a reducir el reflujo de sus bebés.2
Cuando lo alimentes, sostenlo en posición vertical y mantenlo así durante 30 minutos después de comer. Durante este tiempo, evita colocarlo en un columpio o que tenga demasiada actividad.1
Si la lactancia materna no ha sido posible y has tenido que alimentarlo con fórmula, consulta con tu pediatra para que te dé la mejor recomendación.2
Si tu bebé toma leche materna, intenta reducir el tiempo en el pecho, pero aliméntalo con más frecuencia. Asimismo, si ha tenido que alimentarse con fórmula, disminuye la cantidad administrada, pero incrementa las tomas durante el día. De esta forma, tu bebé recibirá la misma cantidad de comida, pero en cantidades más pequeñas y tolerables.2
Asegúrate que eructe durante la comida y después de ella. Si aún no has encontrado una posición que funcione, intenta alguna de las siguientes:
Siéntate erguida y sostén a tu pequeño contra tu pecho. Apoya la barbilla de tu bebé en tu hombro y sostenlo con una mano, mientras que con la otra le puedes dar palmaditas suaves en la espalda. Si puedes hacer esto en una silla mecedora, sería mejor.2
Sienta a tu bebé en tus piernas. Sostén su pecho y cabeza con una mano mientras le das palmadas en la espalda con la otra. Asegúrate de sostenerlo del mentón, no de la garganta.2
Recuesta a tu bebé sobre tus piernas boca abajo. Dale masajes o palmaditas suaves en su espalda.2
Si estos consejos no te funcionan y notas incomodidad para tragar o tu bebé, rechaza la comida y no se calma fácilmente cuando tiene reflujo, es importante que lo lleves con su pediatra.
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